En el marco de la campaña “Como nacido entre nosotros”, 61 líderes de comunidades de fe cristianas de Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Venezuela, se reunieron del 3 al 5 de febrero para intercambiar experiencias de atención a personas migrantes y generar propuestas integrales de acción conjunta.

En el evento denominado “I Reunión regional de trabajo de iglesias y organizaciones cristianas que trabajan a favor de las personas migrantes en la Región Andina, Chile, Brasil y Argentina”, asisten representantes de comités interreligiosos para migrantes y refugiados, mesas de movilidad humana, presidentes de concilios evangélicos y denominaciones, obispos, pastores, sacerdotes, líderes de organizaciones cristianas de protección a migrantes, académicos y activistas de la región. La voz de la comunidad venezolana está representada a través del liderazgo del Consejo Evangélico de Venezuela, académicos y personas migrantes activistas en la búsqueda de sus derechos en los países de acogida.

El P. Nivaldo Feliciano Silva, cs, secretario ejecutivo de la oficina de Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Peruana participó de este importante encuentro regional, de forma conjunta con integrantes del Comité Interreligioso para Migrantes y Refugiados CIREMI.

La reunión tuvo por objetivo:

– Propiciar el encuentro de iglesias y organizaciones que acompañan y asisten a personas y familias migrantes de Venezuela con el fin de identificar buenas prácticas, intercambiar experiencias y/o estrategias y generar propuestas integrales de acción conjunta.

– Construir un espacio de reflexión bíblico teológica que nos permita afirmar el mandato bíblico y compromiso ético y cristiano a favor de las personas migrantes, a fin de reducir el maltrato, prácticas discriminatorias y xenofobia hacia ellos.

– Identificar acciones de incidencia conjunta para proteger los derechos de las personas migrantes,especialmente a las de atención prioritaria.

La Campaña “Como nacido entre nosotros” es una iniciativa regional en los países de habla hispana y portuguesa, impulsada por 36 organizaciones e iglesias cristianas de América Latina y Caribe, la cual busca fortalecer la capacidad de las comunidades de fe para sensibilizar, movilizar, incidir e integrar a las personas migrantes.

Compartimos el Comunicado final de la reunión:

COMUNICADO PÚBLICO

Convocados por un compromiso que surge desde la fe para trabajar a favor de los más vulnerables y respondiendo a la demanda bíblica de tratar al extranjero como uno nacido entre nosotros (Levítico 19:33-34); 60 líderes cristianos y de sectores interreligiosos representando a Concilios Evangélicos, Denominaciones, iglesias evangélicas, católicas, obispados, Mesas de Movilidad Humana Interreligiosas y organizaciones cristianas, convocados por la Campaña de acogida al migrante «Como nacido entre nosotros» y reunidos en Bogotá durante la I Reunión de trabajo de iglesias y organizaciones cristianas que trabajan a favor de las personas migrantes en la Región Andina, Chile, Brasil, Argentina y Venezuela expresan lo siguiente:

NUESTRA SOLIDARIDAD con los migrantes alrededor del mundo y América Latina. Especialmente con los millones de ciudadanos venezolanos que han tenido que salir de forma masiva buscando la protección nacional, internacional y humanitaria debido a la crisis política, económica y social que viven como nación. Debido a ello, se ha generado una crisis de movilidad humana en Sudamérica, especialmente en Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Brasil la cual debe ser atendida de forma integral y desde el estado, sociedad civil y las comunidades de fe.

RECONOCEMOS y valoramos los esfuerzos locales e internacionales de las comunidades cristianas y sectores interreligiosos para atender la crisis humanitaria que viven miles de personas migrantes en la región. Sin embargo, reconocemos con humildad que estos esfuerzos son insuficientes en comparación a la magnitud de las necesidades de las personas migrantes y refugiadas.

RECHAZAMOS la politización de la problemática migratoria, así como los discursos y narrativas xenofóbicas y discriminatorias generados por entes estatales, sociedad civil, medios de comunicación e inclusive iglesia, que han denigrado la dignidad de los migrantes y refugiados.

DESTACAMOS las acciones que se han realizado desde los gobiernos de la región para que las personas migrantes accedan a nuestros países. Sin embargo, consideramos que no han sido suficientes y en ocasiones se han convertido en discriminatorias y restrictivas frente a la magnitud del flujo migratorio, lo que ha ocasionado mayor vulnerabilidad, especialmente de los niños, niñas, mujeres, adultos mayores y otros sectores vulnerables de la población

EXIGIMOS a los gobernantes de nuestros países, el respeto y cumplimiento de las normas internacionales que protegen a las personas migrantes y refugiadas y la implementación urgente de políticas públicas que permitan el acceso integral a sus derechos.

REAFIRMAMOS nuestra voluntad democrática de apoyar a los estados en la contribución a la salida de esta crisis, contribuyendo en la formulación e implementación de políticas públicas.

APELAMOS a los líderes de las comunidades cristianas y el sector interreligioso a actuar según los principios de hospitalidad, amor al prójimo y protección de los más vulnerables, superando nuestras diferencias y realizando esfuerzos articuladores que nos movilicen a atender, proteger, incidir e integrar a las personas migrantes y refugiadas.

Bogotá, 5 de febrero de 2020

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