• Ser una Pastoral de Movilidad Humana nacional y diocesana que acompaña integralmente la realidad de las personas y comunidades que viven los efectos de las migraciones, de forma coordinada con las instancias de la sociedad civil y gobiernos.
  • La sociedad peruana es acogedora con el otro y crece en conciencia respecto a la migración.
  • Los migrantes son protagonistas de su propia historia y sin perder sus valores culturales, se integran en la nueva realidad que los acoge.